Condena y cárcel para Righelato

20/04/2018

De la Redacción de Página Judicial Hugo Righelato ya está en la unidad penal. El ex director de Obras Sanitarias de Entre Ríos fue condenado a tres años de prisión efectiva por beneficiado con contrataciones de obras a empresas de personas allegadas y fue derivado este viernes a la cárcel. De la Redacción de Página


De la Redacción de Página Judicial

Hugo Righelato ya está en la unidad penal. El ex director de Obras Sanitarias de Entre Ríos fue condenado a tres años de prisión efectiva por beneficiado con contrataciones de obras a empresas de personas allegadas y fue derivado este viernes a la cárcel.

Righelato había confesado en un juicio abreviado que utilizó vehículos, maquinarias, personal y recursos del Estado en beneficio propio y de empresas de personas allegadas y que también benefició a esas firmas para la ejecución de obras públicas. Eso se traduce en la comisión de los peculado de bienes y servicios, negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública y fraude.

Este viernes el juez Elvio Garzón homologó el acuerdo celebrado entre el fiscal Juan Francisco Ramírez Montrull y el defensor del ex funcionario, Matías Argüello de la Vega, y Righelato quedó detenido tras la audiencia.

Además se dispuso el decomiso de dos inmuebles registrados a nombre de la empresa Azul SRL, de la que Righelato era socio, que pasarán a manos del Estado. Se trata de una vivienda ubicada en calle Bravard 266, valuada en 836.388,32 pesos; y otra sita en Laprida 1101, cuyo valor es de 516.658,34 pesos. El ex funcionario también tendrá que devolver 10.000 dólares.

El ex funcionario podría quedar en libertad condicional cuando cumpla ocho meses en prisión, lo que podría ocurrir a fines de julio, si se tiene en cuenta que en el transcurso de la investigación pasó 145 detenido, con una estadía en la unidad penal y un tiempo bajo arresto domiciliario.

El esquema de negocios

Righelato estuvo trece años al frente de la Dirección de Obras Sanitarias de Entre Ríos. Fue designado por Jorge Busti, continuó en las dos gestiones de Sergio Urribarri y también en los primero meses de la administración de Gustavo Bordet.

El ex funcionario fue detenido el 12 de octubre de 2016, pero la historia tiene su punto de partida unas semanas antes, el 26 de septiembre, cuando llegó a los tribunales una presentación de la Fundación M’Biguá denunciando que en varios lugares de la provincia se estaban haciendo perforaciones en busca de recursos, lo que genera un grave daño al ecosistema. La entidad ambientalista focalizó su presentación en la utilización de “caños camisa” para sacar agua. Se trata de tubos que provenían de la zona de Cuyo y que, en muchos de ellos, había restos de hidrocarburos. Los mismos estaban teniendo contacto con las napas. Luego, la Revista Análisis ratificó la información y despejó dudas sobre la figura de Righelato como la persona que orquestó la unidad de negocios entre firmas amigas y recursos humanos y maquinaria del Estado.

El ex funcionario había montado un esquema de negocios para su propio beneficio. Una de las empresas favorecidas es Azul SRL, creada el 5 de febrero de 2011, en la que figuran como socios el propio Righelato y su ex pareja, Haydee Analía Varela. La firma se dedica, entre otras actividades, a la “remodelación de obras en terrenos propios o de terceros” y, pesar de no estar inscripta como proveedora del Estado, ha realizado trabajos que terceriza Obras Sanitarias.

“Hubo una fusión entre el patrimonio privado y el patrimonio público”, mencionó el juez en Garzón en su sentencia. Es que la empresa prácticamente no tenía personal ni maquinarias, y los trabajos eran ejecutados con empleados, máquinas y movilidad de la Dirección de Obras Sanitarias de Entre Ríos.

Righelato admitió haber sustraído una camioneta Fiat Strada y un camión Mercedes Benz, ambos pertenecientes al organismo público, y afectarlos a la empresa Azul SRL y otras de personas allegadas. El camión estaba en un galpón ubicado en calle Los Jacarandaes de Oro Verde, perteneciente a Azul SRL y antes a Ecocien SA; pero quien lo conducía era un hombre que estaba registrado como empleado de ambas firmas. Del mismo modo, Righelato utilizaba un automóvil Toyota Corola de Obras Sanitarias, máquinas, insumos y hasta vales de combustible del organismo.

El negocio también benefició a otras dos empresas vinculadas a Righelato: Tecnogeo SA, formada en 2009 y dedicada a la perforación de pozos de agua, que tenía como cabeza visible al empresario Roberto Marcelo Diderle; que a partir de 2014 pasó a denominarse Ecocien SA, integrada por Diderle y su pareja Marilyn Romina Trejo, que también es empleada de Obras Sanitarias.

Las empresas Tecnogeo SA y Ecocien SA fueron beneficiadas con la adjudicación de obras y el juez Garzón hizo notar en el fallo que Righelato “se interesó y decidió a favor de contrataciones, aun en casos en que sus propuestas eran más costosas para el Estado”. También dijo que los trabajos se ejecutaban con personal, maquinaria y material de la Dirección de Obras Sanitarias y hasta se concretaron los pagos a favor de las empresas pese a que los trabajos no fueron concluidos.