Para el Gobierno, el problema del narcochofer es que faltó al trabajo

19/03/2015

Federico Malvasio De la Redacción de Página Judicial Federico Malvasio De la Redacción de Página Judicial Dos actos administrativos es todo lo que hay en el caso que involucra a Marcelo Alejandro Acosta, el chofer oficial del gobierno de Entre Ríos que fue detenido el año pasado cuando trasladaba 20 kilos de cocaína. El hallazgo


Federico Malvasio
De la Redacción de Página Judicial


Dos actos administrativos es todo lo que hay en el caso que involucra a Marcelo Alejandro Acosta, el chofer oficial del gobierno de Entre Ríos que fue detenido el año pasado cuando trasladaba 20 kilos de cocaína. El hallazgo fue el saldo de una serie de allanamientos realizados en San Lorenzo, Rosario, Funes y Roldán, en Santa Fe. Las investigaciones en torno a la banda de Rosario con conexiones en Paraná se iniciaron en El Dorado, Misiones, y fue bautizada como “Operativo Lagarto”, debido a que ese es el apodo de Víctor Hugo Grgicevic, también detenido en el caso.

Hace unos días se conoció el Decreto Número 5.011, fechado el 15 de diciembre, por el cual se dispuso la instrucción de un sumario administrativo a través de la Dirección de Sumarios, dependiente de la Fiscalía de Estado. El motivo –según supo Página Judicial– es que Acosta “registra inasistencias sin aviso a partir del 07.04.14”. Al mes siguiente de incurrir en esa irregularidad, el 13 de mayo, fue detenido por orden del juez federal José Luis Casals, según reveló la revista Análisis en su edición del 13 de agosto.

Un mes antes del hecho, es decir desde cuando empezó a ausentarse de su lugar laboral de origen, el Decreto Número 802/14 había puesto fin a la adscripción que tenía desde el 29 de diciembre de 2010 para cumplir funciones en la Secretaría Privada de la Gobernación. Acosta debió volver al Ministerio de Desarrollo Social. Si bien el sumario por inasistencias que se le inició es una cuestión técnica, una pregunta queda en el aire: ¿por qué surge recién a más de un año y no en el mismo mes de abril del año pasado, cuando Acosta comenzó a ausentarse? En rigor, los primeros pasos se dieron el 26 de julio, según se precisó a Página Judicial desde la cartera que conduce Carlos Ramos. Lo cierto es que nunca se reportó pese a las notificaciones. Un mes antes había caído preso.

Otro dato que alteraría un relato lineal de los hechos es que un día después de conocerse la noticia en la prensa se inició lo que fue el primer sumario. ¿Nadie preguntó por qué Acosta se ausentó durante dos meses? En los considerando se indicó, entre otras cosas, “que la conducta desplegada por el agente Acosta puede configurar un delito doloso, afectando gravemente dicha circunstancia su calidad de empleado dependiente del Estado provincial”. ¿El gobierno se enteró por la publicación, lo sabía desde antes o decidió iniciar un sumario para dar una señal ante el escándalo que ya era público? ¿Pudo haber sido una maniobra para que luego conste en actas y desligarse de alguna responsabilidad? Preguntas y enigmas.

El sitio accesolibre.org rastreó el recorrido que hizo Acosta en el Estado provincial. Su primera tarea al servicio de Sergio Urribarri fue en la vivienda que el gobernador compartió en Paraná junto a su familia en sus inicios al frente del Poder Ejecutivo. Allí ofició como jefe de mantenimiento de su residencia oficial.

Luego fue afectado a la Dirección General de Información Pública (hoy Ministerio de Cultura y Comunicación) y, finalmente, Urribarri lo designó como chofer de la Secretaría Privada de la Gobernación.

Acosta permanece detenido. En noviembre pasado fue trasladado desde la cárcel de Ezeiza a una colonia penal de Santiago del Estero. Aún no se lo ha llamado ni siquiera a indagatoria, según se indicó a Página Judicial.